Los Amigos Invisibles mañana inaugurarán El Paradise

 Los Amigos Invisibles mañana inaugurarán El Paradise



Mañana se inaugura un bar. Su nombre es El Paradise, dentro de sus paredes sonarán los más pegajosos ritmos a cargo de Los Amigos Invisibles.

Su cantante, Julio Briceño, se encarga de presentar a los demás, quienes tienen una responsabilidad adicional. El bajista José Rafael “Catire” Torres se encargaría de la caja, el baterista Juan Manuel “Mamel” Roura de la seguridad y el percusionista Mauricio Arcas estaría pendiente de las acciones. “Es un lugar de espejos y bolas brillantes”, dice.

Ese local nocturno, con luces de neón en su marquesina y una curvilínea mujer que lleva entre las manos una guitarra, busca convertirse en una franquicia  como Buddha Bar o Churromanía, pero con sedes en Caracas, Puerto La Cruz, Margarita, Ciudad de México, República Dominicana,  Madrid o Buenos Aires.

Briceño se ríe cuando hace la descripción de un lugar ficticio, pero que sirve como concepto para El Paradise, como se llama el disco que mañana estrenarán Los Amigos Invisibles, un proyecto emprendido sin dos importantes socios: el guitarrista José Luis “Cheo” Pardo y el tecladista Armando Figueredo, que en 2014 dejaron la agrupación.

No solo se trata de una idea de jolgorio, sino también de una metáfora de la internacionalización que los músicos buscan consagrar desde hace tiempo.

Claro, pero antes de llegar a este paraíso, los integrantes de la agrupación formada en 1991 tuvieron que reponerse a un remezón que casi los acaba. En 2014, Briceño aseguró a El Nacional: “Los Amigos Invisibles estuvo disuelto durante tres días”, en alusión a la salida de los dos integrantes y cómo eso repercutió en los demás, quienes afirmaron sentirse algo cansados por el estilo de vida del grupo. Finalmente decidieron seguir, aunque Arcas pidió una pausa de unos meses y regresó.

Este disco es como otro debut, en el que tuvieron que reestructurarse y replantearse. Sin Pardo, se habían quedado sin uno de los compositores principales y dejaban a Arcas casi exclusivamente con esa responsabilidad, por lo que otros debieron asumir un rol que antes no les era cotidiano.

“El Paradise es el producto de un gran reto, quizá uno de los más importantes para Los Amigos Invisibles. Pensamos que lo que está en el disco es lo mejor que pudimos hacer”, indica Torres, responsable de “Sabrina”, que escribió junto con Jorge Spiteri y que en el álbum cantan con Oscar D’León, que prefirió esta composición con toques de bossa nova. Otros artistas invitados son Los Auténticos Decadentes, Kinky y Elastic Bond.

En esta etapa también están el guitarrista Daniel Saa y el tecladista Agustín Espina, que se mantienen como músicos invitados para conciertos y grabaciones desde 2014.

El Paradise, que tuvo como productores a Enrique González Müller y Karl Kling, es un disco en el que preponderan sonidos electrónicos. Briceño explica que se debe a que muchas canciones surgieron de un loop, contrario a esos años en los que la mayoría salían de voz y guitarra. En el álbum se mantiene la temática de romance y erotismo de álbumes anteriores, solo que esta vez las canciones están hechas para escucharse con luz más tenue.

La guitarra tiene menos protagonismo, pero es pertinente cuando le toca despuntar, eso sí, sin alejarse de lo que se espera del instrumento para quienes escuchan al grupo desde hace años.

Mientras se pueda conseguir en físico en Venezuela, se podrá escuchar en Youtube, así como en plataformas como Spotify en otros países.



Fuente: el-nacional.com

No hay comentarios.