Anne Hathaway en ‘Las brujas’ es un tributo a las drag queens

Anne Hathaway en ‘Las brujas’ es un tributo a las drag queens


Anne Hathaway en ‘Las brujas’ es un tributo a las drag queens


Durante un tiempo se puso de moda odiar a Anne Hathaway. Porque sí. Porque tenía éxito, porque parecía una actriz muy intensa, porque era “demasiado perfecta”, por lo que fuera… Afortunadamente, aquella época pasó y los hathahaters (como se hacían llamar sus detractores) se empezaron a extinguir. Con un Oscar en su bolsillo y siempre entregándose al 100% en todos sus papeles, Hathaway es una de las actrices más aclamadas de su generación.


Ahora la podemos ver en cines con Las brujas (de Roald Dahl), nueva versión del clásico infantil que ya tuvo su adaptación en 1990 protagonizada por Anjelica Huston. Hathaway se enfrentaba a un reto importante interpretando a la Gran Bruja, pero ha salido más que airosa dándole su propio estilo, con una interpretación divertidísima y excesiva inspirada, atención, en el programa RuPaul’s Drag Race. Y aunque no será plato del gusto de todos, el resultado es mucho mejor de lo esperado.


Anne Hathaway saltó a la fama como chica Disney interpretando a Mia Thermopolis, la heredera al trono de Genovia, en Princesa por sorpresa (2001) y su secuela (2004), hoy convertidas en películas de culto para toda una generación. Tras protagonizar otro cuento de hadas en Hechizada, con Brokeback Mountain dio el salto al cine más maduro, y desde entonces se ha labrado una gran carrera con títulos como El diablo viste de Prada, La joven Jane Austen, La boda de Rachel, Amor y otras drogas o Interstellar. En Alicia en el País de las Maravillas volvió a Disney para interpretar a la Reina Blanca, en El caballero oscuro: Leyenda renace se puso en la piel de Catwoman y con su desgarradora interpretación como Fantine en Los miserables consiguió su primer Oscar (a mejor actriz de reparto).



Comparada en los inicios de su carrera con Judy Garland y Audrey Hepburn, actriz polivalente y polifacética, de formación teatral, excelente cantante y más que solvente tanto en drama como en comedia, Anne Hathaway se convirtió en una de las actrices más taquilleras y mejor pagadas de Hollywood en la década pasada. Recientemente la hemos visto probando cosas nuevas en Colossal, Ocean’s 8 o la serie antológica de Amazon Modern Love, por la que obtuvo excelentes críticas encarnando a una mujer con trastorno bipolar. Ahora la tenemos de vuelta en los cines con Las brujas (de Roald Dahl), uno de los estrenos más importantes de la pandemia, que actualmente ocupa el segundo puesto de la taquilla española (Comscore).


A Hathaway ya la habíamos visto dando rienda suelta a su faceta más cómica y exagerada en el remake en acción real de Alicia en el País de las Maravillas, pero en Las brujas la lleva a otro nivel interpretando a la Gran Bruja, villana líder del aquelarre al que se enfrentan los protagonistas de la nueva adaptación del clásico de Roald Dahl. Hathaway se embarcó en el proyecto, dirigido por Robert Zemeckis y escrito por él junto a Guillermo del Toro y Kenya Barris (creador de la serie blackish), sabiendo que nadie podría superar la icónica interpretación de Anjelica Huston en el mismo papel. En sus palabras: “Vi La maldición de las brujas de pequeña y Anjelica Huston hizo una de las interpretaciones más memorables que he visto jamás. Es tan perfecta. Sin un defecto” (Metro). Por eso la actriz tomó su propio camino y le dio al personaje un estilo completamente distinto, más caricaturesco, energético y si me lo permiten, más mamarracho y petardo.


A pesar de recibir un aluvión de críticas por la falta de sensibilidad ante la representación de personas discapacitadas por representar a las brujas con tres dedos de forma similar a la ectrodactilia -de lo que Hathaway ya se disculpó-, la película está gustando al público. Y si bien la crítica no se ha portado muy bien con el remake, si hay algo en lo que se han puesto de acuerdo es en su alabanza a Hathaway, que vuelve a darlo todo en un papel con el que salta a la vista que se lo está pasando bomba en cada escena. Eso es lo que tanto gusta (y a la vez repele) de ella, que siempre va en busca de la perfección, sin importar el tipo de proyecto que sea, un drama musical, una serie o un producto infantil protagonizado por ratones. Para muchos, ella es lo mejor de Las brujas, villana capaz de atemorizar a los más pequeños y el gancho principal para la audiencia más adulta. Y también queer.  


Porque Hathaway conoce perfectamente a sus fans y con su Gran Bruja les da todo lo que quieren. Recientemente, la actriz ha desvelado que su interpretación en la película está inspirada en el mundo de RuPaul’s Drag Race (en Netflix también conocido como RuPaul: Reinas del drag). Y se nota, vaya si se nota. Los que seguimos el famoso reality de competición -fenómeno global que ha lanzado a numerosas drag queens al estrellato y ha creado un auténtico imperio a su alrededor- identificamos rápidamente en Hathaway el estilo over-the-top de RuPaul y sus concursantes, en un trabajo que convierte a la Gran Bruja en la Gran Drag Queen.


Hathaway lo explica en su entrevista con Metro (vía Attitude) a propósito del estreno de la película. “No es un secreto que soy una gran admiradora de RuPaul’s Drag Race”, contó a la publicación, “así que intenté reunir absolutamente todo lo que aprendí de ese programa para incorporarlo en una entrada fabulosa”. 


Aunque no entra en detalle, queda patente para cualquiera que haya visto el show de RuPaul que Hathaway dice la verdad. Durante la película, la actriz desata a la drag queen que lleva dentro con glamurosos y dramáticos estilismos, voluminosas pelucas rubias, ademanes exagerados y teatrales, lenguaje corporal que toma prestado de Mama Ru y un acento tronchantemente indescriptible. En cada una de sus escenas parece que esté desfilando por la pasarela o participando en uno de los retos de actuación del programa, donde se pide a las concursantes que sobreactúen y lleven sus papeles al límite, sin miedo a hacer el ridículo.



RuPaul siempre ha dicho que su popular franquicia está creada para “unir a las familias”, tratando así de llevar este arte al público general y hacerlo mainstream. En este sentido, no es la primera vez que el cine familiar se inspira en el mundo de las drag queens. Recordemos que Úrsula, la villana de La Sirenita, está basada en la mítica Divine, una de las drag queens más icónicas de todos los tiempos -e incluso fue doblada en su versión latinoamericana por otra artista de la transformación, Serena Olvido. 


Y tampoco es la primera vez que Hathaway expresa su amor por este arte y el universo de RuPaul en concreto. La actriz desveló esta pasión hace un año en el The Late Show with Stephen Colbert, donde acudió para promocionar Timadoras compulsivas. Durante su entrevista dijo que Drag Race es el programa que siempre ve para sentirse mejor: “¡Lo amo tanto!”.


Mientras dedicaba su carta de amor al reality, Colbert dio paso al mismísimo RuPaul, que “casualmente” era su invitado del día siguiente y estaba en el estudio. Hathaway, visiblemente emocionada y con lágrimas en los ojos, conoció a su ídolo, intercambiaron elogios y compartió con él sus momentos favoritos del programa, demostrando ser una gran conocedora del universo Drag Race. Desde entonces, los fans de RuPaul esperamos verla algún día como juez invitada en el programa.



Volviendo a Las brujas, la película parece estar gustando más al público que a la crítica. Aunque la aterradora sombra de la original y de Anjelica Huston es alargada, lo cierto es que esta actualización cumple como adaptación y como entretenimiento para todos los públicos, captando el estilo infantil siniestro de Roald Dahl en una aventura familiar con grandes dosis de aventura, humor y color en la que no faltan momentos de terror para asustar a las nuevas generaciones.


En lugar de imitar la original, este remake traza su propio camino con un tono más ligero y menos arriesgado, pero el espíritu Dahl está ahí. Además de un estupendo reparto que incluye a Stanley Tucci y la siempre adorable y excelente Octavia Spencer liderando el bando de los buenos contra Hathaway en el de las malas.


Para los más pequeños de la casa, Las brujas tiene acción y diversión de sobra. Para los mayores está Anne Hathaway pasándoselo en grande mientras participa en su propio Drag Race. Su interpretación es tan histriónica que echará para atrás a más de uno, pero lo que no se puede negar es que ha vuelto a darlo todo en un trabajo memorable. Odiarla ya no está de moda. Anne, Shantay, you stay.

Fuente: Cine 54 Pedro J. GarcíaCine


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