Así fue el encuentro de William y Harry en inauguración de estatua de Lady Di

 Así fue el encuentro de William y Harry en inauguración de estatua de Lady Di

Los hermanos se reunieron en el Palacio de Kensington para develar una estatua de la princesa Diana en el que habría sido su cumpleaños 60, ¿hubo reconciliación o guerra fría?


El príncipe Harry y su hermano mayor William, segundo en la sucesión al trono británico, inauguraron una estatua en homenaje a su madre, la princesa Diana -quien este jueves habría cumplido 60 años-, en el Palacio de Kensington. Los hermanos crecieron juntos y se apoyaron mutuamente tras la prematura muerte de Lady Di; sin embargo, actualmente se encuentran distanciados y llevan una tensa relación, por lo que está reunión familiar acaparó los reflectores de la prensa internacional. 


Si bien los miembros de la realeza se habían reencontrado meses atrás por el funeral del duque de Felipe de Edimburgo, este evento puso a prueba su relación durante una trascendental fecha: la conmemoración del natalicio de Lady Di. ¿Hubo reconciliación o guerra fría? Aquí te contamos cómo fue el encuentro de los príncipes William y Harry. 

La estatua de la princesa de Gales, que murió en un accidente de coche en París en 1997, diseñada por Ian Rank-Broadley fue inaugurada en los jardines de Kensington, su antigua residencia y la actual de su hijo William, en presencia de sólo unas 30 personas, entre ellas miembros de la familia Spencer, debido a la pandemia de covid-19. 



"Batalla de dos hermanos"

Pero más que el homenaje a la difunta princesa, lo que está en juego en esta ocasión es si el reencuentro de los dos hermanos puede aliviar la crisis provocada por el sorprendente abandono por Harry de sus funciones oficiales como miembro de la familia real británica y la explosiva entrevista que concedió en marzo junto con su esposa, Meghan Markle, a la estrella de la televisión Oprah Winfrey.  


El duque y la duquesa de Sussex provocaron especial conmoción en la institución monárquica al asegurar que uno de los miembros de la realeza se había comportado de forma racista al cuestionar el color de piel que tendrían sus hijos, dado que la madre de Meghan es afroamericana.


Los miembros de la familia real "no son en absoluto racistas", respondió el príncipe Guillermo, de 39 años, al ser preguntado poco después al respecto durante un acto oficial.  



¿El conflicto sigue? 

Del mismo modo, el hecho de que su hermano menor, de 36 años, que vive en California con su mujer y sus hijos, dijera de él que está "atrapado" en la familia real no debió ser del agrado del hombre destinado un día a llevar la corona.



Desde entonces, los dos hermanos se vieron brevemente en el castillo de Windsor con ocasión del funeral de su abuelo, el príncipe Felipe, en abril, pero sin signos aparentes de que las tensiones hayan disminuido. 


​"Guillermo no habló con Enrique en la recepción de Windsor tras el funeral por miedo a que el contenido de la conversación fuera inmediatamente filtrado por Meghan a través de Oprah Winfrey o los amigos de los Sussex", asegura Robert Lacey, experto en la familia real, en un libro recién publicado titulado "La batalla de los dos hermanos".

El príncipe Enrique regresó al Reino Unido recién la semana pasada desde California, donde reside con su mujer y sus dos hijos, e hizo una aparición sorpresiva el miércoles en una actividad caritativa organizada para niños enfermos. 



Según el tabloide Daily mail, que cita una fuente de la realeza, su regreso a territorio británico brindó la oportunidad a los dos hermanos de hablar esta semana de la victoria de Inglaterra sobre Alemania en la Eurocopa, alimentando la esperanza de un posible acercamiento entre ambos. 



¿El príncipe Carlos estuvo en homenaje? 

El príncipe Carlos, con quien Diana se casó un 29 de julio de hace 40 años y del que se divorció en 1996, no debería participar en la ceremonia, según uno de sus familiares citado por el diario Sunday Times, para "no reabrir viejas heridas".


Más de 24 años después de su muerte, el mito de Lady Di perdura. La princesa sigue siendo considerada un icono de la moda y sus vestidos se exponen regularmente en el Reino Unido, aprovechando el interés reavivado por la serie de Netflix The Crown.


Su coche fue vendido en subasta por unos 70 mil dólares a un museo sudamericano esta semana. Y aunque la casa de remates no precisó a quién por motivos de confidencialidad, según el diario británico The Times se trata de una institución en Chile, cuyo Museo de la Moda ya adquirió uno de los vestidos de la princesa en 2010.

Fuente:milenio.com


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