El “Power Ranger” azul pasó las de Caín detrás de las cámaras

 El “Power Ranger” azul pasó las de Caín detrás de las cámaras

“Power Rangers” es una de las franquicias más queridas y memorables que dejó la década de los 90, que cautivó a millones de niños por proclamar la verdad, la justicia y la protección hacia el más débil como los principales pilares de la virtud humana, sin embargo, detrás de cámaras no abundaban esos valores, o por lo menos eso dijo David Yost, quien dio vida al Ranger Azul, quién fue víctima de bullying a causa de su preferencia sexual.

La ficción, producida por Saban Entertainment, narró la historia de un grupo de adolescentes que luchaban contra las fuerzas alienígenas para evitar que la Tierra fuese colonizada por la malvada Rita Repulsa.

Entre estos elegidos figuraba Billy Cranston (David Yost), quien se destacaba por su inteligencia y astucia al fabricar distintos dispositivos que le permitían a los otros héroes comunicarse entre sí, además de otras eficaces herramientas que favorecían a los Rangers en su batalla contra el mal.


La demonización de la homosexualidad

El personaje que interpretó Yost tuvo miles de fans, pero su verdadera identidad civil ocultó el estrés y asedio que vivió tras cámaras por muchos años, a tal punto que se sometió a una terapia de reconversión sexual para terminar con su sufrimiento y aplacar la muestras de intolerancia que se manifestaban desde el set, refrescó el portal de Yahoo en el marco del Mes del Orgullo Gay.


Años más tarde, el actor de 52 años de edad ofreció una entrevista a Entertainment Weekly para compartir esta amarga experiencia. El exRanger aseguró que sus acosadores provenían del equipo de producción y no del reparto principal.

“Es duro cuando tienes cierta fama y a la vez estás atravesando la lucha personal que yo estaba viviendo como hombre gay. En los 90 era muy difícil y en Hollywood no estaba muy bien visto”, recordó Yost.


Los peligros de la conversión

El bullying le llevó a abandonar la serie en su última temporada para someterse voluntariamente a terapia de conversión sexual, una práctica que busca “reorientar” el gusto sexual del paciente al considerar que su condición está ligada a un trastorno psicológico.

“Me sometí a terapia de conversión porque no quería ser gay. Y sufrí muchísimo allí”, confesó en 2018. En otra entrevista admitió que durante dos años estuvo en terapia, cumpliendo unas estrictas normas que desataron una fuerte crisis nerviosa.

“Estaba trabajando activamente contra la verdad de quién era y mentalmente llegué a mi límite (…) Después de la crisis nerviosa, me llevó años estar cómodo y ser abierto conmigo mismo. No fue un proceso de la noche a la mañana y me costó mucho tiempo llegar a ser feliz”, le comentó a la revista australiana Out in Perth


Fidelidad a sí mismo

La fama no ayudó al actor, sino que más bien la imagen que proyectaba en pantalla lo instaba a mantener las expectativas de su público.

“Al ser un actor que salía en uno de los programas infantiles más exitosos de la historia, a veces me sentía avergonzado porque no quería que la gente descubriera lo que estaba pasando. Al principio, no quería que la gente supiera que era gay. Así que fue un proceso de crecimiento diferente. Echando la vista atrás, quizá interpretar a Billy me ayudó en maneras que ni siquiera sé”, detallo.

Hoy, Yost por fin puede sacar algo positivo de la experiencia, y tiene que ver con los fans y la comunidad LGBTQ+. Ahora, el actor participa en numerosas convenciones y eventos de fan, donde puede comprobar lo mucho que la franquicia marcó a una generación.

El Power Ranger azul fue un referente para muchos jóvenes: “Como yo interpreté al tipo inteligente y nerd, los fans me dicen ‘Estudié ciencias’, ‘Soy informático’, ‘Soy doctor’. Tengo un fan que es paleontólogo, y es todo por Billy”, dice..


Motivando a otros jóvenes

Desde que empezó a hablar públicamente de su sexualidad, el actor también ha recibido el apoyo de sus fans mediante sus redes sociales. Otros seguidores consideran que el ex Ranger les dio la fuerzas para salir del closet.

“Esa es mi historia y ustedes me han dado el coraje para enfrentarme a las personas que me han hecho eso en mi trabajo y en mi vida. Es una recompensa para mí a muchos niveles, porque sé que he ayudado a otras personas a encontrar la fuerza en su interior para alzar la voz”.

Igualmente, Yost ha trabajado en la lucha contra el SIDA a través de varias organizaciones y ha participado en la campaña NOH8, a favor de los derechos LGBTQ+ y en contra de la Proposición 8 de California (referéndum para eliminar el derecho de las parejas del mismo sexo a contraer matrimonio).

Además se ha pronunciado en contra de los peligros de la terapia de conversión, una práctica que sigue teniendo lugar en muchas partes del mundo y de la que él puede decir que es un superviviente.


    Fuente:chevere.life


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