Como si se tratase de una película de horror y no de acción, como las que solía protagonizar Paul Walker, se han dado a conocer nuevos detalles del fallecimiento del actor, en noviembre del 2013.
Según información tomada de Telemundo, el abogado de la familia, Craig McClellan, el actor de "Fast and Furious" quedó atorado entre el tanque de gasolina y el motor, con las costillas rotas, la clavícula y el brazo, pero aún respiraba cuando el carro se envolvió en llamas.
De acuerdo con los nuevos informes, Paul Walker no murió al momento del impacto, sino calcinado.
El abogado informó que esto se supo debido a los restos de hollín que fueron encontrados en la tráquea del actor durante la autopsia. "Estaba respirando y no fue capaz de salir porque estaba atorado", concluyó McClellan.
Los seguidores de Walker aún siguen llorando la muerte del actor y seguramente los nuevos detalles sobre su muerte removerán aún más el dolor por su partida.
Fuente: labotana.com
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