
LA HOMOFOBIA, LA BIFOBIA Y LA TRANSFOBIA
Es que aunque usted no crea, el vocablo “marico” apareció por primera vez en España, en la época medieval, y sus variantes, eran prefijos de “María”, para denotar cualidades femeninas de algo.
En la jerga española, fue fácil transformar esa palabra para el trato cotidiano como: mariquilla, mariquita, a todo lo femenino. En el medioevo español, “marica” era una chiquilla o una sirvienta.
De hecho, se dice que la costumbre de colocarle a los hombres, el nombre María como una combinación: “Pedro María”, “José María”… dio origen al vocablo “marico”, ya que se le decía a los hombres que se llamaban María… Maricos.
En los viajes de la conquista, los “maricos marineros” viajaban en las embarcaciones, repletas de hombres de puertos” para hacer los trabajos de las “maricas”, es decir, de las sirvientas.
Tanto así que:
En 1734, en el Primer diccionario de la Real Academia Española, aparece la palabra “marica”, como un hombre afeminado y de pocos bríos que se dejaba supeditar por los superiores” pero la palabra no tenía connotación sexual. La palabra tenía todos los insultos peyorativos hacia las mujeres, un “marica” era un embustero, un chismoso, un débil, un zalamero, un cobarde, un amilanado”.
Es en el siglo XIX cuando aparece en los diccionarios la connotación de homosexual.
Esa palabra perduró a lo largo del siglo XX como un insulto, una descortesía hacia los hombres homosexuales y hacia los hombres de poco valor o afeminados.
Luego en los 80´s, todo cambiaría cuando aparece la epidemia de SIDA (VIH +), pero también la cultura “gay” como un estilo de vida, con discotecas, restaurantes, hoteles, moda, música... Rápidamente, gracias al dominio cultural de los norteamericanos en el mundo, la humilde palabra “marico – marica” se transformaría en “gay”.
Ya en los 90´s y gracias al SIDA, la población homosexual, para verse “sana”, “saludable” “positiva”, alejándose de la imagen enfermiza de los pacientes con VIH, acudieron masivamente a los gimnasios, creando así, un estilo de vida exitoso; un estilo urbano y muy contemporáneo que la población de hombres heterosexuales terminarían copiando.
Muchos de los galanes de TV y cine que tenían “una doble vida”, llevaron ese estilo gay al gusto femenino y fue cuando apareció el “hombre metrosexual”.
En Latinoamérica, como en casi todo el mundo, la palabra gay se impuso y sustituyó la palabra homosexual y la palabra “marico”.... peeeeero.
En Venezuela, la palabra “marico” en lugar de convertirse en una palabra en desuso, comenzó a ser usada, entre los jóvenes venezolanos, como un sustituto de la palabra amigo o pana.
La palabra marico es un término profundamente urbano y del léxico juvenil.
Principalmente, “Marico” se usa para llamar a alguien en forma afectiva: Marico, te estaba llamando… coño, marico, vamos a llegar tarde… verga marico, se armó role e´peo...
Pero también tiene la connotación dual afectiva como: coño pana, tu si eres mariquito, no se te puede decir nada… últimamente estás muy mariquito, por nada te arrechas…
De paso, también lo usamos para referirnos a personas:
A un Amigo : -Epa marico que más, cómo ta la vaina?
A una Amiga : - maricaaaaaaaaaaaaaa hola...
Es que la palabra marico se adaptó y se usa para situaciones y hasta formas de pensar, por ejemplo:
Interrogante: -tu como que eres marico.... verdad?
Certeza: -ese chamo que tu vez allá es marico
Saludo: -Epa marico todo bien?
Miedo: -mariiiicaaaaa que miedo!!!! - o marico estoy cagado wuevon!
Molestia: -no seas tú tan marico
Queja: -deja la maricura
Objeto e instrucción de padre: -mira muchacho recoje esa mariquera que dejastes alli
Afectuoso: -marica tú sabes que yo te quiero...
Advertencia: Les voy hablar claro a todos, cero maricoteo ya saben
Fastidio/ aburrimiento: -marica que ladilla
Pedir un favor: -marico una segunda
Situación de publicación en redes:
-marica borra esa foto... ¿esta? – si marica, de pana quítala
Obstinación: -Ay no sean maricos!
Dicho todo esto, y aunque parezca mentira, los Venezolanos, los latinos en general siguen navegando en una homofobia social...
Así es... todo lo que es débil, lento, y relacionado a las mujeres es “marico”:
“ayy pana, esa camisita rosada, que marico te ves”…
“coño, pana, tu si eres “marico”, esa jeva te está jodiendo”…
“coño, pana, apúrate, pareces un marico…”
Así que es de atención y reflexión para nosotros como sociedad y como comunidad latina, estar pendientes y evolucionar sobre esta situación, porque muchas veces desconocemos las diferentes realidades, gustos y fobias... como por ejemplo la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia.
La Homofobia es el miedo, el odio, la incomodidad o la desconfianza hacia las personas que son gays sean hombres o mujeres (lesbianas).
La bifobia es el miedo, odio, incomodidad o desconfianza, específicamente hacia las personas bisexuales.
La transfobia es el miedo, el odio, la incomodidad o la desconfianza hacia las personas que son transgénero, genderqueer o que no siguen las normas tradicionales de género.
Genderqueer es una etiqueta que además de querer decir que no eres ni hombre, ni mujer, ni heterosexual, ni transgénero, es un término amplio donde caben muchas identidades que no necesariamente tienen una etiqueta fija.
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